La noticia de la implantación del pasaporte covid en ocio nocturno y eventos multitudinarios ha pillado por sorpresa a la Asociación Profesional de Salas de Música ‘Aragón en Vivo’. La entidad, que no ve con malos ojos la medida, sí critica la inmediatez con la que se ha implantado y la falta de información al respecto.
Entre los propietarios de las salas de conciertos aragonesas predomina el mismo sentimiento de desconcierto ante una restricción que el Gobierno de Aragón solicitó hace unos días pero que se ha puesto en marcha con premura. “Se ha hecho de manera improvisada, de un día para otro. No tenemos información, no sabemos qué cobertura legal tiene esto y tampoco ha habido un proceso de adaptación”, explica Pablo Cano, presidente de la asociación.
Y es que, son muchas las dudas que se plantean quienes regentan un establecimiento de este tipo: ¿Qué se entiende por ocio nocturno? ¿Qué pasa si algún empleado de esos locales no se ha vacunado? ¿Qué ocurre si una persona no inoculada ya había comprado una entrada para un concierto? Son solo algunas de las cuestiones que a lo largo de la última jornada han surgido entre los empresarios.
Con las limitaciones anunciadas ayer por el gobierno autonómico, los mayores de 12 años deberán presentar el certificado de vacunación o una prueba con resultado negativo para acceder a locales de ocio nocturno, celebraciones que vayan a tener lugar en locales de hostelería y restauración o eventos multitudinarios (más de 500 personas en interiores y 1.000 en exteriores). De esta manera, señala Cano, se da “la paradoja de que se puede celebrar un concierto con 400 asistentes a las cinco de la tarde en un centro cívico sin necesidad de pasaporte, pero sí que habría que enseñarlo en un concierto en un bar nocturno en el que hubiera tan solo 20 personas en el público”. “Es un agravio comparativo”, consideran.
Cano también se muestra preocupado por la manera en la que se deberá validar el certificado de vacunación o recuperación. “Nadie nos ha explicado nada”, apunta. Desde Aragón en Vivo están intentando adaptar una aplicación móvil de validación ya utilizada en Cataluña para que sus asociados la usen, pero temen que, hasta entonces, haya quienes recurran a la picaresca y las falsificaciones. “No estamos ni mucho menos en contra del pasaporte. Si va a servir para que la gente se vacune más, estamos de acuerdo. Pero no somos policías”, concluye el presidente de la entidad.