Lorca vivió en Nueva York desde junio de 1929 a febrero de 1930. Entonces viajó a Cuba, donde pasó tres meses, y, finalmente, regreso a España con los poemas del libro Poeta en Nueva York en la maleta.
La excusa del viaje fue matricularse como estudiante de inglés en la Universidad de Columbia. Los motivos reales eran otros. Lorca se había convertido en un autor muy famoso en España tras la publicación del Romancero gitano, todo un éxito, y se le había atribuido un perfil casi folclórico del que él quería alejarse. Además, acababa de sufrir una ruptura dolorosa con un hombre con el que había vivido un amor intenso.
En Nueva York hizo grandes amistades y recibió “la experiencia más útil de toda mi vida”. Conoció a “los negros”. Y conoció, en profundidad, el capitalismo. Fue testigo directo del “Crack del 29”, la mayor crisis del sistema previa a la que hoy, 2019, sufrimos desde hace ya más de una década. De su experiencia, nacen los poemas que forman el libro Poeta en Nueva York. A su vuelta a España, Lorca dio una conferencia recital en la Residencia de señoritas, en Madrid. Allí presentó su poemario y contó aquel viaje físico y espiritual.
Durante una hora, viajaremos con él de Granada a Nueva York y a La Habana. A través del jazz y el son (interpretado en vivo por La Banda) nos sumergiremos en Wall Street -“llega el oro en ríos de todas las partes de la tierra y, con él, llega la muerte”-, Harlem –“el dolor de los negros de ser negros en un mundo contrario”-, la multitud –“uno de los espectáculos vitales más intensos que se pueden contemplar”-, el campo –“anhelante de las pobres cosas vivas más insignificantes”-, La Habana –“con sus ritmos que yo descubro típicos del gran pueblo andaluz”, la revolución –“del Africa a Nueva York”-. Una aventura, “llena de hechos poéticos”, de “un español típico, a Dios gracias”.
Ficha Artística
Dirección e interpretación: ALBERTO SAN JUAN
Banda obrera: CLAUDIO DE CASAS (guitarra), PABLO NAVARRO (Contrabajo), GABRIEL MARIJUAN (batería), MIGUEL MALLA (saxo y clarinete)
Iluminación: RAÚL BAENA
Fotografía: MIGUEL PLA